DÍA DE DESCUBRIMIENTOS

En un paseo con la jefa esta mañana no me resisto a entrar en una tienda mitad ferretería mitad artículos de pesca y después de un primer vistazo pongo más atención en cuanto hay, veo unos crampones y decido comprarlos a ver si resuelven el problema de los resbalones en los pesqueros.

Tanto a la ida como a la vuelta paso cerca de una zona que siempre me ha llamado para hacer unos lances y decido que será ésta tarde cuando por fin la cate a ver qué ofrece.

La marea ha empezado a subir, ya lleva algo más de dos horas subiendo, el pesquero es plano y entra mucho hacia el mar, es roca de malpaís (lava volcánica), muchas aristas, huecos, algas pegadas y no pegadas mecidas por el agua que barre toda la planicie después de haber roto en la orilla arrastrando no solo las algas, trae espuma y burbujas de oxígeno. La tarde es ventosa pero algo tiene la orientación del lugar que queda libre del mismo, cosa que se agradece.

Los primeros lances defraudan, nada, ni un triste ataque o signo de algo que pueda interesarse por las muestras. Pero tengo largura para caminar y cada pocos metros voy dando lances, por fin algo parece interesarse por el paseante y pongo más atención e intención. No he tardado en ver de qué se trata, Sargos que vienen detrás de la muestra como si de Pejerreys pequeños se tratara.

El agua me llega por las rodillas y a escasos dos metros de mí ya tengo un pequeño Sargo que se ha hecho con la muestra, la Calzante se dobla, el CI4 1000 chilla, el Tuf line de 3lb se tensa, lo brego con paciencia, disfrutándolo como se disfrutan las capturas a Rock fishing.

Estoy tan adentro que puedo lanzar incluso desde el mar hacia la orilla, es fantástico, me veo como mi amigo Mario en Seychell, como si estuviera en un atolón de esos de agua transparente, solo me faltan los Macabis....pero tengo Sargos, están por todos lados, me pasan incluso entre las piernas, tengo varios ataques sin conseguir clavarlos.

Pruebo muestras, movimientos, pero no consigo clavarles, les veo venir, es fácil, sacan los cerros fuera del agua, algunos explosionan tras la muestra, pero no la toman, no sé, son nuevos para mí, así que paciencia y estudiarlos.

Consigo una segunda captura con una cabecita hecha por Juan Luis y una gominola Sakura amarilla, es un pequeño Mero que ha conseguido soltarse antes de posar.

Vuelvo por donde he venido y es con un pequeño Dangan con el que consigo la segunda captura de Sargo y última.

Conclusiones, los crampones han funcionado de maravilla, un poco raro los primeros pasos pero ni un solo resbalón, tengo que usar calcetines de esos tobilleros porque deforman los Crocs y me producen rozaduras en los dedos. El pesquero muy divertido y aun más cuando vuelva con tres horas de marea bajando.

Seguimos en el intento...