¿Qué pasa con el tamaño de las cañas? Bueno realmente no pasa nada, quizás sea culpa mía al hacer tanto hincapié sobre el uso particular de una vara de 210 actualmente. No es mi intención influenciar en este sentido en otros y de hecho procuraré evitar dar tanto la “vara” con este asunto en el blog.
Pero, podemos hablar del tamaño de nuestras cañas y por qué usamos una vara de 210, de 270, o incluso de 300, dónde las usamos y cuándo, con qué y para qué, etc...
Muchos hemos encontrado un equilibrio con el paso del tiempo basado en la experiencia, de probar, de gastar e incluso de copiar o imitar. Pero la cuestión es encontrar ese equilibrio.
Y no es una meta, me refiero a que yo me encuentro a gusto ahora, equilibrado, como igualmente lo he estado en otras ocasiones, alguno de los equilibrios del pasado aun me sirven y puedo utilizarlos en cualquier momento, solo es cuestión de cambiar algunas partes del conjunto, tanto material, como ambiental, hasta el objetivo a perseguir.
En la presentación del blog en el año 2009 decía:
“Busca tu equilibrio personal con el lugar, la caña, el carrete, el hilo, el bajo, la muestra y la captura por grande o pequeña que sea te dejará satisfecho.”
Y para mí sigue siendo así, incluso hay más cosas que forman parte de ese todo, ir solo a pescar a veces es parte de ello, o ir acompañado, o de quién voy acompañado, el pesquero elegido, etc etc...
Pero en lo concerniente al equipo es evidente que con algo tenemos que comenzar y no nos queda otra que seguir consejo o comprar a capricho. La mejor opción es la de buscar consejo y a ser posible en tu entorno. Yo no puedo aconsejar a una persona que pescará en el Cantábrico cuando yo no conozco esa costa, incluso hasta en nuestras islas es posible que dar consejo fuera de la propia sea erróneo. Yo no puedo dar consejo para unas capturas que no tengo en mi zona.
Puedo hablar de mi equipo, de cómo es, la marca, etc y eso a de ser leído y adaptado a cada uno en particular. Yo leo a compañeros que hacen sus pruebas en equipos y miro si me puede servir o no, a veces tengo que probarlo por mí mismo y sacar la conclusión de que no me sirve, pero puede ocurrir que no me sirva porque no es el momento, no es mi momento. Les pondré un ejemplo reciente:
Hace tiempo que tengo muestras de tres poteras, minnows super largos para lo que estoy o estaba acostumbrado, los he tirado a conciencia en muchos escenarios y no me llenaban, no les cogía el gusto. No muy lejos de mí, en mi vecina isla de Lanzarote los usan y están encantados con ellos, por no hablar de mucho más lejos donde prácticamente no usan otra cosa, pues ahora sí, ahora resulta que les encuentro mi acomodo en las salidas.
La conclusión es que en nuestra modalidad al final lo que cuenta es nuestra observación sobre todo lo que la rodea en cualquier momento o circunstancia, lo que para otros es valido a nosotros nos resulta inútil ahora, pero podría llegar el día, el lugar, el momento o valla usted a saber el qué, que nos resulte la mejor opción.
¿Por qué uso yo ahora una caña de 210? Pues porque, aunque ahora no sepa cuándo ocurrió, en algún momento pensé que podría ser una opción que me daría satisfacción y resolvería algunos desajustes de otros equipos y así ha sido. Otras medidas, otras cañas no tienen más de diez o doce salidas, no me adapté a ellas o aun no es el momento de que nos adaptemos.
No sé si he sabido explicarme o si entre líneas al menos consigo hacerme entender, pero el cuerpo me pedía largar y he largado.
Y ahora vamos a pescar...