08h/10h
Y hoy ha sido otro día, como decíamos ayer, pero no ha sido el día que esperábamos. En nuestras manos está el elegir el “día” y el “lugar”, pero nos falta algo que difícilmente tendremos en nuestro poder, el “cuándo”, eso es algo que decide nuestro contrincante. Cuando se unen los tres factores en nuestras castigadas costas, mares y océanos, la cosa cambia por completo y tal y como decía hace tiempo un buen amigo “hasta una llave inglesa pesca”.
Hoy, visto lo visto ayer, era el día por nosotros elegido y el lugar de igual modo el mismo de ayer. Ángel ha comenzado bien temprano en otro pesquero y yo he comenzado a las 8h en la zona donde esperamos ver a los Palometones. A mi llegada la calma es total, mientras monto la caña ya tengo a la vista una bola de carnada cerca de la orilla, está tranquila, nada la hace saltar. Comienzo con ella rastreándola desde afuera, por las orillas e incluso cruzándola, solo consigo que se espanten al paso de la muestra.
En la zona de caída de las muestras suelen saltar asustadas las Agujas, algún salto lejano y muchas boquitas de Lebrancho en la superficie. Llega Ángel pasadas las 9,30h, solo trae una perdida de señuelo con un bicho profundo, hemos pasado un rato de lances juntos con algún que otro amago de Aguja y nada más que contar, ahí queda Ángel un rato más, a ver si reporta algo, suerte.
Seguimos en el intento...
Y hoy ha sido otro día, como decíamos ayer, pero no ha sido el día que esperábamos. En nuestras manos está el elegir el “día” y el “lugar”, pero nos falta algo que difícilmente tendremos en nuestro poder, el “cuándo”, eso es algo que decide nuestro contrincante. Cuando se unen los tres factores en nuestras castigadas costas, mares y océanos, la cosa cambia por completo y tal y como decía hace tiempo un buen amigo “hasta una llave inglesa pesca”.
Hoy, visto lo visto ayer, era el día por nosotros elegido y el lugar de igual modo el mismo de ayer. Ángel ha comenzado bien temprano en otro pesquero y yo he comenzado a las 8h en la zona donde esperamos ver a los Palometones. A mi llegada la calma es total, mientras monto la caña ya tengo a la vista una bola de carnada cerca de la orilla, está tranquila, nada la hace saltar. Comienzo con ella rastreándola desde afuera, por las orillas e incluso cruzándola, solo consigo que se espanten al paso de la muestra.
En la zona de caída de las muestras suelen saltar asustadas las Agujas, algún salto lejano y muchas boquitas de Lebrancho en la superficie. Llega Ángel pasadas las 9,30h, solo trae una perdida de señuelo con un bicho profundo, hemos pasado un rato de lances juntos con algún que otro amago de Aguja y nada más que contar, ahí queda Ángel un rato más, a ver si reporta algo, suerte.
Seguimos en el intento...
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